Ahora qué hacemos cuando nos hemos encontrado? Nos decimos las verdades? Miramos al otro lado? (Foto robada de Google) |
Juliana nunca existió. O bueno, sí. En mi cabeza, en lo que quería
decir pero no me atrevía.
Siempre he sido muy bueno para hablar y a veces –muchas- lo
hago de más. No me da miedo hacerlo. Le temo, eso sí, a quedarme sin ideas.
Juliana fue el nombre más apropiado para lo que quería
hacer: darle nombre a la protagonista inventada de una canción que quise
escribir y que nunca tuvo música, pero sí letra. Juliana me sonaba a The Cure,
no sé por qué, pero a eso me sonaba. Su melodía era triste, como si caminara y
yo no la viera. Como si estuviera por ahí, andando sola y yo quisiera buscarla
pero algo me lo impedía.
Cuando la escribí tenía una banda, Lasonora, y fue, de las
pocas canciones que había escrito hasta el momento, la que más feliz me hacía. Me
siento orgulloso de haberla pensado y llevado al papel. Se quedó en una idea,
nada más. No volví a ensayar con Lasonora ni con alguna otra banda, pero cada
que me rencuentro con la letra, tuerzo la boca hacia la derecha en un gesto alegre
y cómplice con el ego, porque siento que escribí algo bueno.
Canciones buenas? Muchas. Perfectas? Pocas: A day in the life, Anna Begins, Bohemian Rhapsody, A
letter to Elise. Esta última es de las pocas canciones que siempre
sonarán en cualquier lista de música que haga. Lo reconozco, me basé en ella
para escribir la canción de Juliana. Una historia inventada con nombre propio.
Por qué Juliana? Estaba entre Mariana y Juliana. Me pareció más creíble y más
sonoro el segundo.
No es, ni pensarlo, una canción perfecta.
Con el respeto que merece Robert Smith -quien jamás leerá
este blog- les comparto la canción que nunca tuvo música, pero siempre suena en
mi cabeza:
Del invierno quedaron solamente las goteras
Y en casa me quedé con el orgullo guardado
La mañana llega y yo esperando a que volviera
Pero cuando ella llegó yo ya estaba en otro lado
Juliana dice siempre lo que piensa
Aunque yo no siempre entiendo lo que dice
¿Será que nunca amé como quisiera
O será que alguna vez la amé pero no quise?
No le temo a hablar de más
Pero sí a quedarme sin ideas
Muchas noches la extrañé hasta en la punta de los dedos
Cuando en medio de los sueños con el llanto la pedía
Ella a veces no entiende que yo hago lo que puedo
Pero lo que puedo es poco para hacerla solo mía
Ay! Juliana, si supieras, nunca más te esconderías
Qué sentiste al prometerme que por siempre me querrías?
No perdiste ese talento de decir tan bien mentiras
Ahora qué hacemos cuando nos hemos encontrado
Nos decimos las verdades? Miramos al otro lado?
Cada vez que te oigo hablar…
Ya no sé si me sorprendes o si me he acostumbrado
Tan hermosa tú, Juliana, tan hermosa y tan esquiva
Pareciera que te fuiste y no me doy por enterado
Pero decime vos, Juliana, decime qué no harías
Decímelo tranquila que no serás la primera
¿Será que acaso no te amé como querías
O será que fui yo entonces el que no te amó como
quisiera?
Mejor sería esta despedida sin tan solo fuera…decir adiós
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