jueves, 12 de abril de 2012

Escribir por escribir

Escribir por escribir. Agarrar la hoja en blanco y listo! Sin pretensiones, sin querer cambiar el mundo, así uno piense que Lennon lo hizo con otra hoja en blanco parecida a la que ahora rayo yo.

Envidio a esos que sacan ideas –o su misma vida- y la ponen en el papel, así, tan fácil. No crean que no lo he intentado. Muchas veces. Pero nada, ahí me quedo, escarbando en recuerdos, en sensaciones, en pensamientos, en ganas. Y la hoja ahí, blanca.

Me dan celos de los que tienen mejores tweets que yo, me sorprenden los inteligentes, los avispados, los creativos, los que en 140 caracteres dicen más que cualquier otro.

Yo prefiero hablar, porque aprendí que al hablar las pausas se entienden. En la hoja no. Nadie me va a creer que en este momento, justo en este momento, levanté las manos del teclado y llevé la mirada a la ventana a ver si de pronto allá, en la lluvia que cae, encuentro las palabras para dar con la idea exacta. Qué va! Si hasta la sola idea de la lluvia ya es cursi, pero qué hago si afuera llueve.

Hablar por hablar, escribir por escribir. Dejar fluir, salir del círculo, dar tu opinión, que los demás te escuchen, te paren bolas, te pongan atención, comprendan lo que tú mismo has intentado comprender desde que esa idea te llegó a la cabeza. Y le has dado y le has dado vueltas y vueltas. Ahora es cuando. Que te oigan, dilo!

Yo rompo el círculo no siempre que quiero, pero a veces me sorprendo cuando me veo haciéndolo, o cuando lo hice porque al momento de hacerlo, quizás, estaba tan ensimismado que no era capaz de manejar mis propias manos, mis propios pensamientos y zas! Acá estoy, de un momento a otro fuera, mirando de reojo, haciéndome el desentendido. Me río, de mí? A lo mejor, eso también lo he aprendido en el camino, con la hoja vacía, con la mente en blanco, con el corazón arrugado y la risa puesta, firme, al frente, porque nunca se sabe quién cruzará el camino y siempre será mejor recibirlo con una risa, para contagiarlo, para que haga lo mismo, para crear una cadena, no un círculo. Que no se cierre, que la vida fluya, que tu luz ilumine, que el camino se haga más llevadero. Para que cuando nos encontremos nuevamente en él, quién sabe en cuál cruce, nos riamos juntos y entenderemos que Lennon solo pedía amor.

1 comentario:

  1. Me gusta muchísimo tu manera de escribir, en serio es muy fresca y envidiable, y ya me he tomado el trabajo de leer varios; cuanto me gustaría hacerlo como tú, pero no, soy un fracaso, también aprovecho para decirte que me gustan muchísimo más tus imágenes y quisiera saber que has estudiado (?) (por si te interesa)escogí está entrada, gracias a que logré identificarme de manera profunda con este escrito, logré sentirme y plasmar me en tus letras y el resto sobra... ¡Buenos Vientos en tu vida, los mereces!

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