lunes, 29 de mayo de 2023

QUÉ GANAS

Qué ganas de saber de vos, de escribirte con la simple intención de escribir tu nombre porque me gusta como se me ve cuando lo pronuncio. Qué ganas de verme haciendo las muecas que seguro hago ahora mismo que voy organizando letras: una acá, otra por acá, la otra por este lado. Cada una bien puesta, firme, sólida; y es así como se vuelve un nombre un lugar seguro. Y es así como también es tu nombre un lugar feliz. 

 

Qué ganas de saber de vos, de preguntarte por cualquier cosa para que me hables de cualquier cosa; porque lo que me interesa es saberte por ahí rondando en algún satélite que orbita cerca mientras yo giro y giro y giro a ver si así es más sencillo organizar estas ideas que me visitan sin dejar datos en recepción y que se van alojando en el primer lugar que encuentran. Ideas éstas que llegan para dar vueltas. Qué ganas de dar vueltas con vos; a la cuadra, a la ciudad…a la vida. Porque “vení acompañame allí” es un plan que no tenía en mis planes sin saber que me gustaba tanto. Contigo “Adondesea” es un lugar al que se llega con sonrisas y yo quiero viajar sonriendo. Quédate vos a la ventana que el sol te da bonito como también te da la noche, como también te da la brisa, como también te da la risa. Quédate vos aquí en mi vida, que se nos da bonito esto de sonreír bonito. Quedémonos en esta cajita, elegí el lugar que quieras y ve poniendo tus cosas, en desorden, que luego organizamos lo que venga; y déjame un rincón que desde ahí te cuido. Déjame un huequito en vos que te prometo que ahí me quedo si quieres que me quede. Y quédate vos acá cerquita, que se te da bonito eso de estar cerquita. Que se nos da bonito. Qué ganas de vos, bonita.

 

Qué ganas de saber de vos y de esos besos tuyos que van llegando desde antes de que los labios se toquen. Qué ganas de esas miradas que hablan en susurros. Qué ganas de libros aleatorios y charlas desprevenidas, de páginas abiertas buscando rutas en números fijos. De conversar de lo que llegue. De llegar con vos. Bendito el suelo cuando no es firme. Bendito el mundo cuando se mueve. 


Hay sonrisas que pronuncian nombres, hay relojes que deberían detenerse. Qué ganas de saber a qué sabe un beso en la playa, a qué huele la piel tostada, de saber cómo luce la sal seca. Qué ganas de una ventana a cualquier parte, de un techo que proteja, de un lecho que anote historias, de un lugar que guarde secretos. De una canción que aún no se ha escrito. Qué ganas de saber de vos. Qué ganas de contar el cuento.

 

Qué ganas de abrir los ojos y que a mi lado estés durmiendo.