lunes, 8 de noviembre de 2021

TE QUIERO MUCHO MAS QUE MUCHO

Te quiero mucho más que mucho. Te quiero desde lo general de quererte porque sí y desde el detalle de hacerlo porque me gusta cómo se lee tu nombre, con sus nueve letras y ese hiato al final que no tiene nada del otro mundo y que para mí es todo un mundo. Con esa mezcla de vocales y consonantes tan medida, tan justa, tan elegante; tan pase usted; después de usted; muchas gracias, usted tan amable; por favor, ni más faltaba.


Te quiero porque me gusta sonreírte. Porque sonrío si te quiero. Te quiero con miedo y con impulso; con arrojo y con agarre. Te quiero en el instante en que escribo esto, te quiero desde hace un segundo cuando lo pensé. Te quiero como medida de tiempo, si es preciso. Te quiero con la incertidumbre de no saber qué pasará mañana y aun así elijo quererte con la fe ciega de quien cree que será un buen día. Te quiero en tus propios puntos cardinales. En el salto al vacío en recepción. En la copa de vino que quedó empezada. En la pantalla distractora y en la curiosidad de las bolitas. En ese mundo en el que te pierdes a veces y en este mundo mío en el que estás tantas veces.

 

Y aparecen las canciones y también ahí te quiero, en ese miedo de que seas canción y querer que te quedes a vivir en ella porque, si no te has dado cuenta, estás lejos de ser un cactus y si por cosas de la vida lo fueras, fueras uno, fueras un cactus, igual te regaría y te cuidaría y te miraría y tantos otros hiatos. Sin afanes, vente a vivir en canciones y si puedes hazme espacio que yo me acomodo en algún rincón y desde ahí cuido tu sueño y tus cansancios y si puedo curo tus migrañas o pido que me den a mí, así sea la mitad, para que no cargues con eso. Quédate a vivir en canciones para escucharte más seguido y para que suenes diferente cada vez. Que seas un acorde, acorde; y una melodía bonita, que ya lo eres. Y un ritmo tan variable como una playlist aleatoria. Te quiero a tu ritmo.

 

Te quiero por los pedazos que has dejado y por cómo te has construido. Te quiero con tus lunares y te quiero con tus pecas y por ellas. Porque he visto tus gestos y me han gustado. Por las esquinas que esperan y por los besos que están pendientes. Te quiero cómoda e incómoda, sonriente y con rabia, amable y tosca. Te quiero en una carcajada y en un atardecer donde sea que llegue.  Te quiero porque te quiero y también si tú quieres que te quiera.

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