Jacobo nunca lo supo, pero fue uno de mis héroes. Al valiente Jacobito, que cuando me veía se echaba de espaldas para que le sobara la barriga. |
A veces no me gusta ser yo. No sé, oigo a los que están a mí
alrededor y me parece que me falta mucho para ser como ellos que parecen
felices. No sé si estoy acorde a su escala de valores de felicidad.
Supongo que todavía me falta mucho para comprender que “hay
cosas más importantes en la vida”, que es lo que me dicen cuando les recuerdo
que tengo un perro al que quiero, no por ser mío, sino porque me quiere tanto
que lo único que puedo hacer todos los días es quererlo un poco más, a ver si
de pronto en muchos años le puedo demostrar lo agradecido que estoy por cada
vez que volea su cola cuando me ve llegar a casa. Supongo que, realmente, hay
cosas más importantes en la vida.
Sigue siendo ajeno para mí –desconocido, en verdad- entender
la felicidad absoluta como ese estado que se logra cuando llego a lo que los demás
quieren para mí, pero sin saber si era lo que yo quería.
Supongo que no soy feliz porque decidí trabajar en algo que
me regala mucho tiempo libre, el que aprovecho para salir a caminar, para mirar
a la gente a los ojos, para leer un libro, para escuchar música –escuchar, más
que oír. Porque la música no se ha convertido aún en banda sonora de mi día a
día, sino que sigue siendo compañía-. Tiempo libre que malgasto en hablar con
desconocidos, conocer sus historias, saber sus nombres y admirar sus sonrisas.
Tiempo perdido que se me va en hacer una siesta después del
almuerzo. Que no uso bien en capacitarme para ser más proactivo, más eficiente.
Porque el mundo de hoy no da tiempo para nada, me dicen. Supongo que la
felicidad de la que me hablan está en eso, en no tener tiempo para nada. Quizás
por eso no soy feliz. Porque siempre tengo algún momento del día para llamar a
mi mamá a decirle que la quiero, igual que a mi novia, y a mis hermanos y a mis
amigos.
No sé si soy feliz. Pero si esto que siento es una
infelicidad, me alegra sentirla.
Envidio tu infelicidad!
ResponderEliminar